culminando el modernismo poético del siglo XX...
Uno de los mayores aportes de la poesía experimental de los años 60s. del siglo XX fue, sin duda, la puesta al día del material poético con respecto a los nuevos soportes que, día tras día, iba descubriendo la tecnología. Pero no sólo esos incalificables proyectos iban abriendo camino sino que, por sobre todo, iban imponiendo el concepto "experimental" (como se sabe la "empiria" fue la base sobre la que se fundó el modernismo en cualquiera de las áreas del conocimiento humano). En primer lugar atestiguó sobre la precariedad del concepto restricto de
literatura, es decir, la existencia de un único e inmodificable concepto de literatura basado exclusivamente en la semanticidad verbal. En los hechos este concepto deflagra por sí mismo pues, sobre todo en poesía, los elementos paralingüísticos o asemánticos son esenciales a la hora de establecer las significaciones (me refiero a los recursos estilísticos y a estructuras formales tales como la rima, la versificación, el ritmo, etc.
En segundo lugar proponer un concepto de literatura "ampliado" que tenga en cuenta los elementos pansemióticos (Jakobson), es decir, los elementos que operan, no sólo en el lenguaje verbal sino en todos los lenguajes conocidos. No sólo como mera "contraliteratura" transgresiva que la dejara afuera del "canon" sino como entidad fraterna en donde confluyan muchas y peculiares concepciones del arte literario, coexistiendo.
Lo nuevo necesita de nuevos conceptos para ser definido y asumido como "saber de la realidad" en tanto se extrae del "caos" o del "no ser". Esos nuevos conceptos hay que "crearlos", ya que, aunque pre-existen en los objetos integran lo "no conocido hasta ese momento". Las cosas existen socialmente cuando son nombradas, es decir, cuando adquieren un "formato de palabra" que representa aquel correlato objetual descubierto. Por ello el énfasis de la poesía experimental en escudriñar los vericuetos de esa tierra de nadie que bordea el "ser" del "no-ser", el "orden" del "caos", jugando a la filosofía o a la ciencia o a sí misma, intentado ampliar el escenario en donde los valores cobren su segura expresión simbólica (poética) a la luz de su propio tiempo y a la altura del avance tecnológico logrado hasta ese momento.
La aparición de las Ciencias de la Información y la Semiótica han sido fundamentales para establecer estos puntos de vista. Primero: el descubrimiento de la unidad supraestructural
de todos los lenguajes: las mismas leyes, procesos, estructuras, la funcionalidad de los signos, los soportes, la consideración del ruido, etc. Los pequeños matices formales marcan las diferencias entre los diferentes lenguajes. Luego, el establecimiento y necesidad de la actividad experimental a nivel de los lenguajes para examinar sus posibilidades expresivas y su grado de competencia a la hora de conceptuar lo desconocido a nivel poético. Después, en tanto instrumento de conocimiento. Lo que se descubre para uno lo será para los demás: no podemos separar las áreas de la actividad humana en estancos separados, son inter-influyentes. Y, aún, pudiendo constituirse en instrumento de cambio: lo nuevo, lo recién descubierto y nombrado, exige su lugar bajo el sol y suplanta y sepulta lo perimido en los repertorios del saber social provocando cambios irreversibles en todas las áreas del conocimiento, exigiendo nuevas conductas y modificaciones.
Necesariamente, tenemos que valernos de las formas conocidas para explicar las nuevas. Incluso sólo podemos describir los sectores de lo desconocido que limitan con lo conocido, no lo desconocido excesivamente alejado de lo que sabemos. La novela de ciencia-ficción perfecta no existirá nunca pues no podría ser comprendida, a veces será necesario que ondeen cintas de colores para que el viento se perciba, es decir, las señales deberán tener un referente para poder adosarle un designado. Las formas visuales que parece inaugurar Mallarmé siempre han existido en la literatura.
Siempre han existido ancladas en la dimensión visual del lenguaje, no sólo porque la direccionalidad de la escritura antigua hoy día nos parezcan conscientes y deliberadas formas expresivas sino porque, desde temprano, el recurso de la reiteración o redundancia para asegurar la comunicación se ha concretado en esas formas visuales que relevan y refuerzan el sentido de la expresión lingüística. En otras situaciones, muy puntuales, pudieron desarrollar formas propias de expresión herméticas o religiosas. Realmente, Mallarmé inaugura la conjunción de recursos que, hasta ese momento, permanecían separados: las formas visuales que impuso a los textos en "Un Coup de..." asignaban un plus de información imposible de ser trasmitidos verbalmente (mejor dicho, hubiera podido hacerlo pero a condición de llenar páginas y páginas de textos en códigos vigentes, lo que hubiera hecho imposible la poesía).
El predominio de la cultura escrita nos hizo olvidar aquel origen que el Modernismo nos devuelve a través del ingente incremento de la producción volcada al campo de la información. Mallarmé aplica en su libro el modelo periodístico de señalar y resaltar los títulos de las notas en un intento por llamar la atención sobre su índole y su importancia. Así, inaugura el papel primordial del espacio y lo visual en la poesía de los nuevos tiempos, la integración de lo visual a lo verbal en el poema (y, eventualmente, de lo fónico, si el poema fuera leído).
Ninguna esfera o dimensión del lenguaje pudo quedar fuera en esos textos llamados poemas, ni siquiera la escénica o representacional (o performática). Ni siquiera los soportes ya que, por su condición de continuum del área de la expresión, son inseparables a nivel del contenido. Cada nuevo canal suma nuevas posibilidades expresivas y abre el campo para el ingreso de los nuevos tiempos. Ni la más humilde comunicación dejará de teñirse con los atributos de los nuevos soportes, menos la poesía.
De todo esto trata la poesía experimental de Miroljub Todorovic, el pionero yugoslavo de los 60s., creador del Signalismo. Nada mejor que escuchar sus palabras: "El término signalismo deriva del vocablo latino signum -signo-; el signalismo es el conjunto de las poesías experimentales y sus métodos en el marco de una revolución creativa permanente influída, en particular, por la nueva civilización tecnológica, la aplicación cada vez más notoria de la ciencia y de los métodos científicos, sobre todo de las matemáticas en los diversos dominios del hombre y, al mismo tiempo, por la aparición de las computadoras como nuevos instrumentos de creación, inspiradoras y realizadoras de ideas artísticas.
Las poesía experimentales y sus métodos en términos signalistas:
1) Signalismo, primeras nociones
2) Poesía computacional
3) Poesía estatística
4) Poesía aleatotria
5) Poesía científica
6) Poesía signalística cinética
7) Manifestaciones signalistas.
La poesía signalista en sentido estricto excluye la palabra y utiliza la letra como medio esencial de expresión. Al atomizar el lenguaje en sus elementos -las letras- el signalismo trata de liberar una nueva energía del lenguaje hasta el presente indescubierta. Las poesías del signo ya conocidas son el letrismo, la poesía concreta, visual, gráfica y otras.
La poesía signalista se crea con la colaboración de las computadoras eléctricas. Se pueden distinguir varios modos y métodos según el grado y forma de esa elaboración: sin la intervención final del autor, con la itervención del autor, la creación matemática sobre la base del material lingüístico del computador, la creación poética permutativa -introduciendo en la máquina frases enteras o partes-, la poesía computacional visual -letrista- con la introducción de letras en la máquina, etc.
La poesía aleatoria aplicando los métodos de la computadora sobre la materia lingüística no pasible de ser computable. La poesía científica nace en aquellos casos en los que el poeta utiliza algunas partes y elementos de diversos dominios de las ciencias exactas, presentados directamente como un conjunto definido de informaciones científicas al mismo tiempo que estéticas.
La poesía signalista cinética excluye la letra y la palabras como medios de expresión e introduce el signio puro, la mímica, el movimiento, los efectos de luz, los sonidos, los objetos, las superficies coloreadas, etc. y otras manifestaciones estéticas como las que produce la máquina de hacer poesía -Zvezdozor- y las producidas por la máquina de crear poesía -Signatvor- como también los proyectos de objetos signalistas. Las manifestaciones signalistas son todas aquellas manifestaciones comunes o particulares de la poesía signalista."(*)
Al margen de la interesante discusión modernismo - postmodernismo, vanguardia - transvanguardia, lo perentorio, aquí y ahora, es avanzar, es decir, que la humanidad avance hacia mayores y mejores niveles de competencia existencial. De allí lo perentorio de experimentar con las posibilidades de expresión a los efectos de aislar la mejor forma de acuerdo al objeto (real o no): buscando la forma expresiva que asegure la comunicación por adecuación entre referente - referido. Hoy día, cuando muy pocas fuerzas de la humanidad están volcadas al erfeccionamiento de su índole, ningún otro medio podrá ser más eficaz que la poesía a la hora de servirnos a la realidad en bandeja de plata para nuestro deleite o su eventual transformación.
http://www.escaner.cl/escaner59/acorreo.html
(*) Publicado en español en el nro.4 de la revista uruguaya OVUM 10, setiembre 1970, Montevideo, Uruguay. Si usted desea profundizar en el estudio del Signalismo y la poesía experimental, le sugerimos conectarse con su propio creador, Miroljub Todorovic
(Published in International Review for Signalist Research SIGNAL, No. 28-29-30, Belgrade, 2004)
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